Una Défi diferente

Mil trescientos surfistas de 38 países se habían trasladado este fin de semana a Gruissan para la XVI Défi Wind. Esta vez, la famosa Tramuntana que sopla 250 días al año, no quiso hacer acto de presencia, por lo que sólo hubo una carrera divertida, el viernes, con una ligera brisa marina con una multitud contemplando el espectáculo en el pueblo. Después de tres ediciones perfectas, todo el mundo puede entender que de vez en cuando cambien las reglas del juego. Incluso se puede afirmar que un año malo de vez en cuando sirve para apreciar aún más el resto de ediciones, cuando se dan las condiciones perfectas para esta prueba. De todos modos, el windsurf siempre se adapta a las circunstancias y este año, que a causa de la lluvia ha visto cómo se reducía la jornada de clausura, no ha dejado de ser una gran fiesta. Y es que la Défi Wind es una fiesta de este deporte, con las condiciones que sean. 

 

 

 

 

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