Un sueño

UN SUEÑO

Todos hemos tenido alguna vez en un sueño… una casa magnífica, un buen coche, una moto fantástica… y así crearíamos una lista interminable.
Nuestro sueño es fácil de explicar: 12 amigos en la British Columbia (Canadá) en medio de la nada, a 3,30h de coche del pueblo mas cercano, durmiendo en una casa con todo tipo de lujos, (sauna, tv, internet) 4m de nieve en el exterior, un helicóptero aparcado en la puerta sin limite de horas de vuelo…así durante una semana completa

¿Sueño…?
¡Realidad…!
Gracias a la compañía MIKE WIEGELE todo es posible. Con una organización perfecta, con la seguridad por encima de todo y en un entorno inimaginable…Caribus y Monasis son las zonas montañosas de las cuales tienen la concesión de vuelo, con una extensión en Km. que supera la de todos los Pirineos.
¿Sigo…?

Nuestro diario del día a día era muy simple:

06.00 AM: levantarse.

06.30 AM: clases de estiramiento en el gimnasio del lodge central.

07.00AM: desayuno a base de todo tipo de alimentos: fruta fresca, bolleria, pasteleria, cereales de todos los colores y un cocinero que prepara al gusto y al momento cualquier cosa combinada con huevos.

08.00AM: uno de los momentos mas espectaculares del día:
unos 10 helicópteros se acercan en formación para recoger a los esquiadores. La operación apenas dura 10 min, todos a punto, todos sincronizados y a volar….
Dependiendo de las condiciones nuestro vuelo apenas dura 5min, lo justo para subir a lo mas alto ….m aprox y……..silencio absoluto.
1200m de desnivel totalmente vírgenes, ante nosotros, sin postes ni telesillas, sin aglomeraciones de gente, sin prisas…todo para nosotros solos.
La sensación es difícil de explicar, las miradas se cruzan, como si no fuera cierto lo que estamos viviendo.
El guía siempre va primero, nunca hay que adelántarle, él decide todo por nosotros,
si seguimos sus normas la seguridad es total…riesgo cero.
Estamos a punto, nuestro guía da las instrucciones según la pendiente.
A la derecha de mis trazas, de uno en uno y a cinco giros de distancia…

Descenso…la nieve está fresca, suelta, encadenar virages, saltar cornisas, sortear los árboles en el bosque….no hay límites, los descensos son interminables, sin fronteras.
Podemos dibujar nuestra propia traza sin marcas previas, sin el rigor de una estación de ski…

Somos libres, toda la montaña es nuestra, todo lo que alcanzan nuestros ojos
y después…
El helicóptero esta ya esperando, otra vez para arriba y vuelta a empezar.

Así hasta la hora de comer.

13.00PM:
La comida es un improvisado pícnic con su estupenda mesa esculpida en la nieve con las palas del guía, no falta de nada, todo tipo de bocadillos al estilo americano y la sopa calentita del día. Un consejo, según el día recomiendo no tomar la sopa, podéis crear un conflicto en pleno vuelo.

El descanso ha sido corto pero relajante. De nuevo el motor del helicóptero empieza a funcionar, ¡seguimos en acción!
Ahora toca pendientes fuertes dentro del bosque, en estas situaciones es imprescindible el test de seguridad.
Uno de los guías cava un profundo hoyo de dos metros de profundidad para ver las distinas capas de nieve y su temperatura, comprobando así la seguridad de la zona.
Toma nota en su cuadernillo, y… ¡a seguir!

Después de unas 15 bajadas llega el momento de volver, son ya las 16.15 PM y cansados pero contentos seguimos el intenso programa del día a día.

17.00PM: un tentempié a base de alitas de pollo, pitzza, salsichas y una estupenda cerveza nos espera en la cantina, allí, junto a nuestros guías, comentaremos todas las anecdotas del día.

18.00 PM: estiramientos, sauna y yacutzi, son básicos para afrontar con garantías el siguiente día de ski.

19.00PM: la cena…simplemente es una pasada. La mejor carne, el mejor pescado, todo tipo de lujo: ostras, langosta, un cocinero que prepara al momento cualquier plato…
Realmente es de admirar la variedad y calidad de alimentos, hay que recordar que estamos a mucha distancia de la civilización.

Nuestros guías cenan también con nosotros, incluso el fundador de la compañía, Mike, ya somos una gran familia.

21.00PM: apenas podemos disfrutar de nuestro hogar, equipado con tv, dvd, wi-fi en cada habitación, salón con su hoguera siempre a punto, los troncos de madera puestos y la caja de cerillas semi abierta.
Los ojos se nos cierran repasando e-mails y fotos.
Nuestros machacados cuerpos piden el merecido descanso.
Esta noche soñaremos en el mañana, nuestro guía nos ha retado: intentaremos hacer mas bajadas que el día anterior, en otra zona, igual o mas salvaje.

Este ha sido el diario de un día en MIKE WIEGELE HELICOPTER SKIING,
leedlo 6 veces sin cambiar nada, absulutamente nada y podréis comprender como nos sentimos después de 6 días inolvidables y maravillosos de ski.

Gerard Sol

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