Snowbird

Snowbird y Alta, Utah, U.S.A.

¿Dónde podemos encontrar la mejor nieve del mundo, la mas fresca, y seca?

Solo hay una respuesta: Utah, en los Estados Unidos de América.

Parece un poco tajante la cosa, pero es que hay que reconocer que es cierto, absolutamente cierto. En mi larga experiencia de viajes puedo asegurar que nunca en mi vida había tenido la oportunidad de esquiar en un lugar tan increíble como este.
Que es la mejor nieve del mundo, está claro. Que es una paliza llegar hasta allí. Todo depende de lo que estés dispuesto a asumir para disfrutar una nieve que no es que te llegue por la cintura, ¡es que te sobrepasa la cara!

El viaje es un poco largo, pero pensando en lo que nos espera al llegar, se hace más llevadero. Una vez llegas al aeropuerto internacional de Salt Lake City es probable que te lleves una sorpresa y piensas que te has equivocado de vuelo y has cogido el de Honolulu. Y es que en la ciudad se puede estar a 20ºc y al día siguiente esquiar a 20ºc bajo cero en las montañas que la rodean.

En efecto, el microclima es tan especial que lo habitual es que nieve por las noches y luzca un espléndido sol durante el día, con lo que es el sitio probablemente más cercano al nirvana para un esquiador. A eso de las 15h, como si fuese el riego automático de un jardín, empieza a nevar, hasta que sale el sol por la mañana, y así todos los días.
SnowBird es una estación típicamente americana que dispone de un teleférico central que nos lleva de un tirón a lo más alto de la estación y numerosos telesillas de todas las clases, para dar servicio a todo el dominio. Tiene todo tipo de terrenos esquiables, entre los que destacan los bowls o zonas de fuera de pista en forma de “olla”, en los que podrán disfrutar los esquiadores de todos los niveles.

Especialmente interesante es la zona de “Mineral Basin”, que consiste en una especie de anfiteatro natural gigantesco, repleto de palas suaves de nieve profunda sin pisar.

Si decidimos cambiar de estación, desde Snowbird podemos ir esquiando a Alta, donde por chocante que parezca, está prohibida la práctica del snowboard. Aunque probablemente no tenga relación alguna, hay que reconocer que esquiar en Alta es distinto, más relajante y familiar. En Alta no hay que esforzarse mucho para encontrar palas sin pisar, incluso a las tres de la tarde. Son maneras distintas de entender el fuera de pista.

El Heli-ski es una opción muy recomendable, ya que los precios no son exagerados y la experiencia es impactante. Por unos 550 dólares podremos disfrutar de un día entero de Heli-ski (seis viajes y 18000 pies verticales) o por unos 120 dólares de un viaje y unos 3000 pies verticales.

Otra posibilidad, bastante más económica es contratar una excursión fuera de pista transportados por Ratracs o Snowcats.
A parte del esquí, la aventura en motos de nieve es otra cosa que hay que hacer inevitablemente. Subidas, bajadas y adrenalina a tope en un lago helado a 90 km/h es algo difícil de olvidar.

Para rematar el viaje, recomendamos reservar unas horas para visitar Salt Lake City, la ciudad de los mormones, donde es complicado que te sirvan bebidas alcohólicas y sin embargo en unos grandes almacenes puedes estar comprando un walkie-talkie mientras compruebas que el cliente que está a tu lado está comprando una “Mágnum de 45mm”.

Asistir a un partido de baloncesto de la NBA en la cancha de los Utah Jazz nos terminará de empapar de esta experiencia temporal del estilo de vida americano.

Por Gerard.

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